El reciente lanzamiento del misil Oreshnik por parte de Rusia ha generado una gran preocupación a nivel internacional. Este nuevo misil balístico, que puede llevar cargas nucleares, fue ordenado por el presidente Vladimir Putin y representa un avance significativo en la capacidad militar rusa. A continuación, te contamos todo lo que se sabe hasta ahora sobre este arma y sus implicaciones.

 

El Oreshnik, que significa «avellano» en ruso, es un misil balístico de alcance intermedio que puede alcanzar objetivos a distancias de entre 3,000 y 5,500 kilómetros. Aunque Putin afirma que hay una reserva de estos misiles «listos para uso», fuentes ucranianas sugieren que Rusia solo tiene unas pocas unidades en producción. El sistema en sí se conoce como ‘Kedr’, y su desarrollo se inició en julio de 2023.

 

Este nuevo misil fue lanzado desde la región rusa de Astracán hacia Dnipró, Ucrania, con un tiempo de vuelo de aproximadamente 15 minutos. Aunque no clasificado como un misil intercontinental, si se lanza desde el Extremo Oriente ruso, podría alcanzar la costa oeste de Estados Unidos. Además, el Oreshnik está diseñado con capacidades de maniobra en el aire, lo que dificulta su interceptación.

 

La portavoz adjunta del Pentágono, Sabrina Singh, indicó que el Oreshnik está basado en el modelo RS-26 Rubezh y es conocido por ser costoso y no producirse en masa. Este misil puede llevar cargas explosivas de varias toneladas y se ha descrito como comparable al uso de armas nucleares en términos de su potencial destructivo.

 

La comunidad internacional ha reaccionado con alarma ante el desarrollo del Oreshnik. Durante la Guerra Fría, un tratado prohibió este tipo de misiles hasta que Estados Unidos se retiró en 2019, lo que abrió la puerta a una nueva carrera armamentística. Expertos advierten que la existencia del Oreshnik podría desestabilizar aún más la situación geopolítica en Europa.

 

El ataque a Dnipró marcó el primer uso en combate del Oreshnik y fue precedido por una notificación automática enviada a Estados Unidos para reducir riesgos nucleares. Sin embargo, esto no ha calmado las tensiones ni ha disipado las preocupaciones sobre una escalada militar.

 

La introducción del Oreshnik en el arsenal ruso plantea serias preguntas sobre la seguridad global y la capacidad de respuesta de otros países. Con la posibilidad de múltiples ojivas y su velocidad hipersónica, los sistemas de defensa actuales podrían no ser suficientes para contrarrestar esta amenaza.

 

A medida que Rusia continúa desarrollando y probando este tipo de armamento, es crucial que la comunidad internacional mantenga un diálogo abierto sobre desarme y control militar para evitar una escalada peligrosa.

 

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