A pesar de ser uno de los trastornos psiquiátricos más comunes, el tratamiento y diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en adultos sigue siendo un área poco explorada en Estados Unidos. Con una formación desigual entre los profesionales de la salud y sin directrices claras de práctica clínica para pacientes más allá de la infancia, tanto médicos como pacientes enfrentan desafíos significativos.
El Caso de Katie Marsh: Una Lucha por el Diagnóstico
Katie Marsh, una joven de Portland, Oregón, empezó a notar los síntomas del TDAH justo antes de dejar la universidad. «El aburrimiento era una sensación de ardor dentro de mí», relata. A pesar de una evaluación inicial inconclusiva y varios años de incertidumbre, finalmente recibió un diagnóstico certero, subrayando la problemática en la identificación y tratamiento oportuno del TDAH en adultos.
Un Panorama Inconsistente
La ausencia de guías clínicas para el tratamiento del TDAH adulto lleva a que muchos médicos «se lo inventen sobre la marcha», como señala David Goodman, profesor adjunto de la Universidad Johns Hopkins. Esta falta de consistencia en la práctica médica complica aún más la capacidad de ofrecer tratamientos adecuados y efectivos. Wendi Waits, de la plataforma de salud mental Talkiatry, enfatiza la necesidad de directrices que homogeneicen el abordaje de este trastorno.
Desafíos en el Diagnóstico Adulto
El TDAH es un trastorno neurodesarrollista que típicamente inicia en la infancia y se manifiesta a través de inatención, desorganización e impulsividad. Aunque aproximadamente el 4% de los adultos en Estados Unidos lo padecen, la dificultad de recuerdo de síntomas de la infancia complica su diagnóstico. Judy Sandler, diagnosticada en sus 50 años, es un ejemplo claro de cómo los síntomas pueden volverse más evidentes o problemáticos con la edad, especialmente después de cambios significativos de vida como la jubilación.
Hacia una Mejora en el Tratamiento
Con el aumento de prescripciones de estimulantes durante la pandemia, especialmente entre adultos jóvenes y mujeres, la necesidad de directrices claras se ha vuelto aún más apremiante. Goodman y otros especialistas trabajan en colaboración con la Sociedad Profesional Americana de TDAH para establecer las primeras guías estadounidenses para el diagnóstico y tratamiento de adultos, que se espera estén disponibles para comentarios públicos a finales de este año.
El diagnóstico correcto del TDAH en adultos requiere un proceso meticuloso que incluye entrevistas, historiales médicos y, si es posible, feedback de personas cercanas al paciente. Los desafíos adicionales surgen cuando los síntomas se superponen con otras condiciones como la depresión o la ansiedad.
Conclusión
El camino hacia un manejo eficaz del TDAH en adultos es complejo y requiere una comprensión más profunda y directrices específicas. A medida que la sociedad avanza en el reconocimiento y tratamiento de este trastorno más allá de la infancia, es fundamental establecer un marco clínico que pueda guiar de manera efectiva tanto a profesionales de la salud como a pacientes.