En un emotivo acto conmemorativo, Monterrey, Nuevo León, rindió homenaje a las 52 víctimas del trágico ataque al Casino Royale, ocurrido el 25 de agosto de 2011, con la inauguración de un nuevo memorial en el sitio donde sucedió el fatídico evento. Esta ceremonia marca el 13° aniversario de una de las agresiones más devastadoras contra civiles en México, perpetrada por el grupo criminal ‘Los Zetas’.
El memorial, una imponente estructura de concreto de más de tres metros de altura y siete de ancho, se levanta como un símbolo de recuerdo y justicia. En el centro, un corazón rodeado de cruces y los nombres de las víctimas grabados en piedra sirve como un constante recordatorio de la tragedia que sacudió a la nación. Una inscripción conmovedora captura el dolor de la comunidad y la promesa de nunca olvidar.
La ceremonia de inauguración fue liderada por Samara Pérez Muñiz, vocera de los familiares de las víctimas, quien destacó la importancia de este espacio como un lugar de memoria y reflexión para toda la sociedad. Pérez Muñiz estuvo acompañada por autoridades locales que apoyaron el proyecto, subrayando el compromiso de Monterrey con la justicia y la memoria histórica.
“Este memorial es más que un monumento; es un llamado a la conciencia y un compromiso con la verdad,” declaró Pérez Muñiz, visiblemente emocionada. “Es vital que nunca olvidemos lo que ocurrió aquí y que trabajemos juntos para evitar que algo así vuelva a suceder.”
El evento reunió a familiares, amigos, y miembros de la comunidad que, entre lágrimas y abrazos, recordaron a los seres queridos perdidos y reafirmaron su deseo de justicia. Este espacio, que ahora se convierte en un lugar de encuentro y reflexión, pretende mantener viva la memoria de las víctimas y alentar a la comunidad a seguir luchando contra la violencia y el crimen organizado.
La inauguración del memorial en el Casino Royale es un recordatorio solemne del dolor que el crimen organizado ha infligido a México, pero también de la resiliencia y el deseo de justicia que permanece en los corazones de los mexicanos. Monterrey, al erigir este monumento, se compromete a no olvidar y a seguir adelante en la construcción de una sociedad más segura y justa.