Chiapas a 17 de septiembre, 2024.- Manuela Obrador, prima del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha asumido oficialmente el cargo de delegada para el Bienestar en Chiapas, según informó Carlos Torres Rosas, quien coordina a los delegados del Bienestar en todo el país. Con este nombramiento, Obrador estará a cargo de las políticas sociales y programas de apoyo que impulsa el gobierno federal en la región.

 

Este movimiento refuerza la estrategia del gobierno para fortalecer los programas sociales en el estado de Chiapas, uno de los más vulnerables de México. La misión de Manuela Obrador será coordinar las acciones enfocadas en mejorar la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos, poniendo especial atención en los programas de apoyo económico a personas mayores, estudiantes, agricultores y otros grupos prioritarios.

 

Manuela Obrador, quien previamente se desempeñó como diputada federal, ha tenido una carrera política vinculada a la Cuarta Transformación, y su cercanía con el presidente ha sido clave para entender su estilo de liderazgo. Ahora, como delegada, su papel será crucial para supervisar la implementación de los programas del Bienestar, asegurando que los recursos lleguen a las comunidades que más lo necesitan.

 

Carlos Torres Rosas, coordinador general de los delegados, explicó que la tarea de Manuela Obrador estará enfocada en continuar con los esfuerzos por reducir la desigualdad en Chiapas y apoyar la infraestructura social en el estado, que es prioritario para el gobierno de López Obrador debido a sus altos niveles de pobreza.

 

Los programas del Bienestar incluyen una serie de políticas públicas que van desde la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, las Becas Benito Juárez para estudiantes, hasta apoyos para el campo y la producción agrícola. Estos programas han sido el eje central del gobierno de López Obrador, buscando combatir la pobreza y la marginación.

 

Con el liderazgo de Manuela Obrador en Chiapas, se espera una mayor coordinación en la entrega de estos recursos y la posibilidad de expandir el alcance de los programas en las zonas más alejadas del estado. Esto podría tener un impacto significativo en la reducción de la pobreza extrema, un objetivo fundamental para el actual gobierno.

 

A pesar de su nombramiento, el hecho de que Manuela Obrador sea familiar del presidente ha generado cierto debate en el ámbito político. Sin embargo, Torres Rosas defendió su capacidad para el cargo, subrayando que tiene la experiencia y el compromiso necesarios para llevar adelante esta responsabilidad. La delegada enfrenta grandes retos en un estado con enormes desafíos sociales y económicos, pero su cercanía con el presidente podría facilitar el acceso a recursos y apoyos directos del gobierno federal.

 

El nombramiento de Manuela Obrador también refuerza la estrategia del gobierno de mantener un control cercano de los delegados estatales, asegurando que los programas sociales sean implementados conforme a los principios de la Cuarta Transformación.

 

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