Por Juan Pablo Ojeda

 

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha expresado su profunda preocupación por la reciente agresión contra migrantes en el tramo carretero Villa Comatitlán-Huixtla, en Chiapas. Este trágico incidente, que involucró a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dejó un saldo de seis muertos y diez heridos. En su conferencia de prensa matutina del 3 de octubre, la mandataria no dudó en calificarlo como un hecho “lamentable” que no debe volver a ocurrir.

Sheinbaum confirmó que los soldados implicados en este ataque han sido separados de su cargo y ahora están bajo la custodia de la Fiscalía General de la República (FGR) para llevar a cabo una investigación exhaustiva. “Es un hecho que tiene que ser investigado y sancionado”, subrayó, destacando la importancia de determinar todas las responsabilidades, incluyendo cualquier posible falta de mando.

La mandataria no se quedó en palabras. Instruyó al general Ricardo Trevilla Trejo, titular de la Sedena, a tomar las medidas necesarias para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro. “No se puede repetir una situación así”, enfatizó, dejando claro que la seguridad de los migrantes debe ser una prioridad.

Además, Sheinbaum informó que la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Relaciones Exteriores han sido instruidas para establecer comunicación con las embajadas de Egipto, El Salvador y Perú, países de origen de las víctimas, con el fin de brindar apoyo a las familias afectadas.

El incidente ocurrió la noche del 1 de octubre, cuando elementos del Ejército realizaban reconocimientos en la zona y detectaron un vehículo que iba a alta velocidad junto a otras camionetas que transportaban a 33 migrantes. Según la versión oficial, los militares escucharon “detonaciones” de armas de fuego provenientes de los vehículos, lo que llevó a dos de ellos a disparar.

Las víctimas incluían migrantes de diversas nacionalidades, como egipcios, nepalíes, cubanos, hindúes, pakistaníes y árabes. Inicialmente, cuatro personas fueron encontradas sin vida, cifra que aumentó a seis tras el traslado de los heridos al Hospital General de Huixtla. La Sedena argumentó que las camionetas utilizadas por los migrantes eran comunes en las operaciones de grupos delictivos en la región.

Con esta tragedia, se pone de relieve la delicada situación de los migrantes en México y la necesidad de garantizar su seguridad. La presidenta Sheinbaum ha dejado claro que el gobierno debe rendir cuentas y trabajar para prevenir que tales incidentes vuelvan a suceder.

por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *